
Despojados de las narices rojas, con las cuales se transforman en pequeños payasitos, Cristian Ysla, César Rítter, Gisela Ponce de León, Renzo Schuller y Raúl Zuazo, coinciden en una cosa: “No hay público más sincero y difícil que los niños”.
“Es la historia de cuatro traviesos aprendices que rompen el esquema de su estricto profesor y le enseñan una nueva técnica de educación basada en el amor”, explica la directora Marlene Banich.
“Nunca antes había trabajado con niños –cuenta Renzo Schuller, quien da vida a Pompeyo, el más travieso de los payasitos–. Recibí varias propuestas y siempre tuve una excusa para no aceptarlas por el temor de enfrentarme a un público tan selecto como son los chiquillos. Sin embargo, esta vez leí el guión y me encantó. Ha sido muy enriquecedor”.
El caso de Christian Ysla, quien representa al estricto profesor Razonetta, es distinto: “Yo ya he trabajado con niños en varios montajes y es una experiencia maravillosa --dice-. Mi personaje es el profesor malhumorado que está convencido de que solo siendo enérgico puede educar a sus alumnos”.
Los otros tres payasos de su clase son César Rítter (también debutando en el teatro infantil, encarnando a Benito), Raúl Zuazo (como Filippo) y Gisela Ponce de León (como la hábil Pimpola).
“Al comienzo estaba aterrada con la idea de enfrentarme a los niños, pero tuvimos dos ensayos con público en vivo y la experiencia fue maravillosa”, confiesa ella.
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